- Gatita
- Ni aunque fueras el último ser con aspecto humano sobre la faz de la Tierra. ¿Ahora lo entiendes? ¿Capiche?
Tras la muerte de su padre, Katy y su madre deciden poner tierra de por medio y se mudan de la soleada Florida a un pueblecito de Virginia Occidental en el que apenas hay dos calles. Animada por su madre para que haga amigos, Katy visita a sus vecinos: Daemon y Dee, dos hermanos mellizos de su edad. Dee es adorable y enseguida se caen bien. Sin embargo, no ocurre lo mismo con Daemon. Es un prepotente insufrible, guapísimo... y sobreprotector. Tanto que no quiere que Katy se acerque a su hermana. Su relación de hostilidad pasa a otro nivel cuando Katy es atacada en mitad de la noche por un desconocido que le pregunta por «ellos» y Daemon la salva. A partir de ese momento, no podrá mirar con los mismos ojos a los dos hermanos: hay demasiadas cosas que no encajan en ellos, pero Katy no sabe a ciencia cierta de qué se trata.
Como te habrás dado cuenta, Obsidian reúne varios de los clichés de la literatura juvenil y algunas similitudes con Crepúsculo. Chica nueva llega al pueblo, conoce al tipo buenorro y sencillamente se enamora de él. Más o menos. Katy tiene un carácter fuerte, es muy independiente y apenas soporta a Daemon cuando se pone arrogante. Y esta situación es uno de los principales atractivos del libro: el tira y afloja entre los dos, las pullas de Daemon y las réplicas de Katy para luchar contra los sentimientos contradictorios que siente por él. Porque Daemon, en apenas unos segundos, puede pasar de ser el chico más encantador del mundo al capullo más insufrible de todos.
El tema escogido por la autora también le da un soplo de aire fresco a las manidas novelas de romántica paranormal: extraterrestres. Pero olvida los típicos marcianitos verdes y achaparrados. Estos son poderosos, no da grima verlos (más bien todo lo contrario), no quieren colonizarnos y tienen un implacable enemigo que los quiere ver muertos.
Como la sinopsis es un poco spoiler y nos suelta la verdad sobre los hermanos Black antes de que lo sepamos leyendo la novela, la primera mitad puede resultar algo lenta mientras se espera el gran descubrimiento. Pero mientras tanto, podemos disfrutar del incansable buen humor de Dee y de los puñales que se lanzan (figuradamente, claro) Katy y Daemon. Todo amenizado con humor y unos diálogos divertidos y dinámicos. Y para aquellos que hayan caído bajo el «encanto» de Daemon, al final de la novela hay dos capítulos extras reescritos completamente desde su punto de vista.
